La Teta y la Pela

En el Partido Tetista leemos con cierta consternación que empieza a hacerse público lo que ya se sabía: que concejales, alcaldes, presidentas de comunidad autónoma y familiares tienen una cierta relación con esas constructoras que tanto están haciendo por encarecer el precio de un derecho constitucional como es la vivienda para enriquecer a estos garantes de la Constitución que son nuestros políticos.

Cómo será la cosa para que un ruso se escandalice del nivel de corrupción ibérico.

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Por eso, desde el Partido Tetista queremos tranquilizar a nuestros ciudadanos afirmando que nos corromperemos al llegar al poder, pero que no llegaremos corruptos, lo cual supone un nivel de honradez inaudito en nuestra clase política.

Y, puestos a corrompernos, lo haremos con clase y humildad.

Puedo prometer y prometo que no verán a ningún tetista vendiendo su escaño para que vuelva a gobernar una comunidad autónoma (por ejemplo, la de Madrid) ninguna presidenta familiar de un constructor. Los escaños los asigna el pueblo y no estarán en venta. Todo lo más, en alquiler.

Puedo prometer y prometo que no desviaré el trazado de ninguna línea de Alta Velocidad para que pase por los terrenos recalificados de los familiares de una presidenta de comunidad. Me conformo con quedarme las concesiones de todas las tiendas de la estación.

Estamos en condiciones de garantizar que la llegada del Partido Tetista al poder no supondrá la creación de más pobres para convertir en más ricos a los muy ricos, sino para convertir a unos pobres en ricos: Tenemos un firme compromiso por el crecimiento económico, especialmente el propio.

Vota al Partido Tetista: el 100% de nuestras ministras serán mujeres. Igual de inútiles o más que las actuales, pero al menos estarán buenas.